Valoración y tratamiento del deterioro cognitivo en personas con pérdida auditiva
La pérdida de audición produce modificaciones funcionales, estructurales y anatómicas de nuestro cerebro, lo que puede provocar que se acelere el proceso de envejecimiento natural del mismo, favoreciendo que exista un riesgo de sufrir un deterioro cognitivo leve o demencia. Estas modificaciones cerebrales las padecen las personas con hipoacusia o sordera y numerosos estudios avalan que afectan de forma acelerada a la memoria y al pensamiento si se compara con una persona normo-oyente (Frank Li, 2011).
Es una de las razones por la que el uso de servicios como la audiología, incorporando auxiliares auditivos desde el inicio de los síntomas de hipoacusia, pueden favorecer a que este deterioro mental sea más lento.
Y, por otra parte, una detección precoz de las alteraciones en las funciones cognitivas y un programa de estimulación adaptado a las dificultades detectadas a tiempo puede ayudarnos a que esta curva de envejecimiento y/o predisposición a padecer una demencia se frene y mejorar las capacidades cognitivas, así como el estilo de vida.
Los últimos estudios confirman que ha habido un incremento de la incidencia y prevalencia de demencia en la población general, esto es debido al envejecimiento de la población que se ha unido a las secuelas de la pandemia por COVID que comenzó en 2020 y que seguimos experimentando actualmente, tanto físicas como las ligadas a la salud mental.
Es por ello por lo que desde el Centro de Audiología y Logopedia Isabel Olleta nos hemos formado para prevenir y tratar dificultades en las siguientes áreas:
- Atención
- Memoria
- Lenguaje y fluencia verbal
- Capacidades Visuoespaciales
- Actividades básicas de la vida diaria
- Entorno social
- Bienestar emocional
- Envejecimiento con éxito