Noticias

05/09/2018

La sordera súbita, la pérdida rápida e inexplicable de la audición

 

Tal y como afirma el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (NIDCD), la pérdida súbita de la audición neurosensorial, comúnmente conocida como sordera súbita, se produce como una pérdida rápida e inexplicable de la audición.

Esto, por lo general, ocurre en un solo oído y puede suceder de pronto o poco a poco durante varios días. Esta condición médica es una emergencia médica, por lo que cualquier persona que sufra una pérdida súbita de audición, debe acudir inmediatamente al médico. Es esencial la premura, pues la posibilidad de recuperación es mayor si la pérdida se trata a tiempo. 

Ocurre que a veces las personas que sufren sordera súbita, no consultan a los especialistas médicos con rapidez porque justifican la pérdida por alergias, sinusitis, cera que tapa el conducto auditivo, etc. Sin embargo, este retraso en el diagnóstico, ocasiona un retraso en el tratamiento, lo que puede hacer disminuir su eficacia, ocasionando que la pérdida sea irreversible.

9 de cada 10 personas con sordera súbita pierden audición en un solo oído. Esto se diagnostica con una prueba audiológica, la cual debe mostrar una pérdida de al menos 30 dB en tres frecuencias conectadas. Una pérdida de audición de 30 dB haría que una conversación normal se escuchara como si fuera un susurro.

¿Qué sienten las personas afectadas?

Hay muchas personas que lo notan al despertarse por las mañanas, otras al llamar por teléfono, otras tras un fuerte sonido explosivo, otras tras un mareo, etc. Como vemos, hay multitud de maneras de experimentar esta pérdida auditiva.

La mitad de las personas afectadas llegan a recuperar su audición, pero para ello es esencial acudir al médico cuanto antes. Es más, el 85 por ciento de los que reciben tratamiento de un otorrinolaringólogo recuperan parte de su audición.

Los expertos calculan que la sordera súbita afecta a una de cada 5,000 personas cada año, y por lo general, son adultos de 40 a 59 años. Es posible que el número real de casos nuevos de sordera súbita sea mucho mayor cada año, ya que muchos casos no se diagnostican. Muchas personas se recuperan rápidamente y nunca buscan ayuda médica.

¿Cuáles son las causas?

Las causas de la sordera súbita son muy difíciles de identificar, siendo solo posible en un 10-15% de los casos identificarlas. A veces, la aparición de la sordera súbita está vinculada con intensos episodios de sobrecarga emocional, de gran estrés. Sin embargo, las causas más comunes son:

  • las enfermedades infecciosas,
  • trauma, como una lesión en la cabeza,
  • las enfermedades autoinmunitarias, como el síndrome de Cogan,
  • los medicamentos ototóxicos (medicamentos que dañan las células sensoriales del oído interno),
  • problemas de circulación de la sangre,
  • un tumor en el nervio que conecta el oído al cerebro,
  • enfermedades y trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple y
  • los trastornos del oído interno, como la enfermedad de Ménière.

Esta condición debe seguir siendo estudiada para dar cada vez una respuesta más adecuada desde el ámbito médico. No obstante, recordemos lo esencial que es acudir a los profesionales médicos con la mayor premura.