Los sonidos que sorprenden a las personas que dejan de ser sordas

 

El 12 de noviembre, Dušan Gligorijević, que se llama Cerberusclh en Reddit, lanzó esta pregunta en inglés en el foro AskReddit: «Usuarios de Reddit que fuisteis sordos y ya no, ¿qué imaginabais que tendría un sonido, pero luego no lo tenía?».

Hay más de 5.100 comentarios en cinco días desde su publicación. «No me esperaba tantas respuestas», dice a Verne por mensaje privado el autor de la pregunta. Muchas son de personas que tuvieron problemas de audición cuando eran pequeños y que fueron corregidos con el paso de los años.

Y más que contestar a la pregunta de Gligorijević, cuentan qué sonidos les sorprendieron, entre otras muchas anécdotas. También hay respuestas de amigos o familiares de personas que fueron sordas o no oían correctamente. Estos son algunos de los mejores comentarios.

Bookluvr83: Tenía un amigo al que le sorprendió que las personas tuviésemos voces diferentes.

7epizza: Una amiga sorda me preguntó si el helado hace algún sonido cuando se derrite.

Dontfeedtheseagull: Tengo problemas de audición. Cuando empecé a usar audífonos me di cuenta de que no sabía el ruido constante que hacen los frigoríficos y los aires acondicionados.

Nickrobl: Cuando era pequeño, siempre me tenía que quitar mis audífonos cuando me metía en el agua. Un día estaba sentado en una piscina, pero sin bañarme. No me podía creer lo clara y fresca que sonaba el agua. Desde entonces, piscinas y lagos siguen siendo un sonido único para mí. Incluso en una bañera. Me encanta oír el agua.

HippoKingOfOld: Una compañera de trabajo no sabía que los tubos fluorescentes hacen ese zumbido. Lo odia.

Lesserantilles: Después de empezar a usar mi primer audífono me quedaba en la cama y hacía que las sábanas se arrugasen. Probablemente durante demasiado tiempo.

DeafLady: Antes de que me pusieran un implante no sabía lo ruidoso que usar el lavabo puede ser. Lo apagaba cada vez que entraba en el baño, especialmente en uno público. También me di cuenta de lo importante que es el sonido en las películas de terror. Me gustaban antes, pero entendí que solo había experimentado la mitad de la experiencia.

Stopstaringatmeswan4: Tuve mis primeros audífonos con 12 años. Sinceramente, cualquier sonido me sorprendía. No estaba preparado para lo ruidoso que es el mundo. Cuando el otorrino me dio los audífonos, dejó un bolígrafo en su escritorio. Sonaba como si hubiera dado un golpe a a la mesa. Me levanté y, al andar, pensé que se habían roto mis pantalones por el ruido que hacían.  Era solo el viento contra ellos.

Steffchen: Odios los clics. Cada ratón de ordenador, teclado, bolígrafo… ¡Arrrgh! Solo me pongo los audífonos en reuniones, cuando es importante entender a otras personas. Si no, disfruto del dulce silencio.

Scrublette: Me pusieron los audífonos con 15 años. Recuerdo ir a mi habitación con ellos y oír un grillo por primera vez. Por alguna razón, el sonido me enloqueció tanto que lo grabé y se lo puse a mi padre. Me sacaba de mis casillas que el sonido no parase. El sonido del pelo al ser cepillado también es horrible.

StatickPulse: Alguien que conozco se sorprendía por el sonido de la gravilla al andar. Y también le sorprendía que la lluvia hiciese ruido y la nieve no.

Kmw7: Grité la primera vez que oí una cisterna.

Plantpet: A una de mis profesoras le sorprendía que las olas del océano sonasen diferente en función del temporal. Y que el viento sonase. También pensaba que el sol hacía un ruido diferente cuando daba contra la acera o contra el césped, para terminar sorprendida por el hecho de que no hace ningún sonido.

Jaytag657: Mi mejor amigo era sordo. Cuando empezó a usar audífonos me dijo que no sabía que el papel hacía ruido al moverlo.

JellybeansInTX: He sido sordo desde que nací. Al principio usaba audífonos y a los 40 años me pusieron un implante coclear. El sonido al que nunca me he podido acostumbrar es el «tic-tac» de los relojes.

Amnjm1011: Hasta que no empezó a usar audífonos, mi hija no sabía que las chanclas hacen ruido al andar.

SeaBeeDecodesLife: Mi hermana ha sido sorda toda su vida. Ella creía que los tiburones hacían algún sonido. Recuerdo que, cuando éramos niños, un día en la playa no paraba de decirle a mi madre «¿oyes eso? ¡es un tiburón!».

Artículo publicado en verne.elpais

Día Internacional del Daño Cerebral Adquirido

El día 26 de octubre es un día dedicado a la concienciación del Daño Cerebral Adquirido. El día 26 de octubre es un día dedicado a la concienciación del Daño Cerebral Adquirido. Un día para cuidar de todas las personas afectadas y para promover una calidad asistencial cada vez mayor.

El Daño Cerebral Adquirido (DCA) es una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, cognitivas y emocionales.

La principal causa de daño cerebral es el ictus, seguida de los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias, los tumores cerebrales o las infecciones. Los ictus, también llamados accidentes cerebrovasculares (ACVs), se producen por la interrupción repentina del flujo sanguíneo en una zona del cerebro. El 44% de las personas que sobreviven a un ictus desarrollan discapacidad grave por el daño resultante.

Cuando el origen de la lesión cerebral es un golpe, hablamos de traumatismo craneoencefálico (TCE). Muchos de los traumatismos craneoencefálicos que causan daño cerebral se producen por un accidente de tráfico. Otras situaciones que pueden provocar un TCE son los accidentes laborales, las caídas o las agresiones físicas.

Según las áreas de rehabilitación que las trabajan, las secuelas del daño cerebral pueden clasificarse en siete grandes áreas: nivel de alerta, control motor, recepción de información, comunicación, cognición, emociones y actividades de la vida diaria.

La petición de la FEDACE este 26 de octubre de 2018

La Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) reclama este año una Estrategia Nacional para garantizar la calidad de vida de las personas con daño cerebral y sus familias. Por ello se realizará una jornada sobre inclusión laboral en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Durante la jornada se presentará la “Guía Metodológica de Intervención y Buenas Prácticas para la Inclusión Sociolaboral de las personas con DCA”. La guía se ha realizado conjuntamente entre el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y la Federación de Daño Cerebral (FEDACE).

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Más información en FEDACE

Prácticas auditivas responsables: «Escuchar sin riesgos»

La preocupación por el aumento de la exposición a sonidos fuertes en lugares de ocio como clubes nocturnos, discotecas, pubs, bares, cines, conciertos, eventos deportivos e incluso gimnasios es cada vez mayor. Con la popularización de la tecnología, algunos dispositivos, como los reproductores de música, suelen escucharse a volúmenes perjudiciales y durante largos periodos de tiempo. Todo ello supone con frecuencia un grave riesgo de pérdida auditiva irreversible.

datos preocupantes

El análisis de los datos de la encuesta nacional de salud y nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey) de los Estados Unidos indica que, entre 1994 y 2006, la prevalencia de la pérdida de audición entre la población adolescente (de 12 a 19 años) aumentó considerablemente, del 3,5% al 5,3%. Se prevé que esta prevalencia siga aumentando, dado que el número de personas que escuchan música con auriculares se incrementó en un 75% entre 1990 y 2005 en los Estados Unidos.

En un informe de 2008 de la Comisión Europea se afirma que una proporción cada vez mayor de la población utiliza dispositivos de audio para uso personal. El aumento de las ventas de teléfonos inteligentes (solo en 2011 se vendieron 470 millones en el mundo) es otro indicador de ese posible riesgo.

El mayor acceso a dispositivos de audio personales y el aumento de su uso para escuchar música van acompañados del hecho de que estos aparatos se utilizan a gran volumen y por periodos prolongados. Estos comportamientos de riesgo pueden dañar la capacidad de audición de forma permanente.

¿Cómo podemos proteger la audición?

Hay muchas medidas que podemos tomar para velar por una audición exenta de riesgos. Estas medidas pueden ser tomadas por los propios usuarios o por los padres, los profesores, los responsables de los lugares de ocio, los fabricantes y los gobiernos. A continuación se destacan algunas de ellas. ¿Qué pueden hacer los usuarios?

Mantener el volumen bajo

Como ya se ha señalado, se recomienda un volumen inferior a los 85 dB para una duración máxima de ocho horas al día. El nivel de ruido puede ser demasiado alto si hay que subir la voz para hacerse entender; si es difícil entender a alguien que está a un brazo de distancia; o si se empieza a sentir dolor o a tener acúfenos. Incluso un pequeño descenso del volumen puede ofrecer una protección importante. Al utilizar dispositivos de audio de uso personal, el volumen se puede reducir:

• Utilizando tapones para los oídos. Cuando vaya a un club nocturno, discoteca, bar, evento deportivo u otro lugar ruidoso, utilice tapones para proteger los oídos. Si se colocan bien, los tapones pueden ayudar a reducir el nivel de exposición considerablemente: entre 5 y 45 dB, dependiendo del tipo de tapones.

• Utilizando cascos o auriculares que se ajusten bien y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno. Si se ajustan bien, los cascos y los auriculares permiten escuchar música con claridad a volúmenes más bajos, y cuando aíslan del ruido del entorno permiten escuchar el sonido a un volumen más bajo del que sería necesario en caso de no ser aislantes. Por ejemplo, las personas que suelen utilizar su dispositivo de audio en trenes o aviones deberían considerar la posibilidad de utilizar cascos o auriculares que aíslen del ruido ambiental en esos entornos.

• Respetando los niveles seguros de exposición al ruido. Conviene determinar el volumen exento de riesgos en los dispositivos de audio de uso personal ajustando el volumen a un nivel cómodo en un ambiente tranquilo, de modo que no supere el 60% del volumen máximo.

Limitar el tiempo que dedicado a actividades ruidosas

Como se ha indicado anteriormente, la duración de la exposición al ruido es uno de los principales factores que contribuyen al nivel total de energía acústica. La duración puede minimizarse adoptando las siguientes medidas:

• Hacer breves descansos auditivos. Al ir a un club nocturno, discoteca, bar, instalación deportiva u otro lugar ruidoso, conviene hacer breves descansos auditivos para reducir la duración total de la exposición al ruido.

• Alejarse de los ruidos fuertes. En lugares ruidosos, conviene mantenerse lo más lejos posible de fuentes de sonido como los altavoces. Trasladarse a lugares más silenciosos dentro de un local puede reducir el nivel de exposición

• Limitar el tiempo diario de utilización de los dispositivos de audio personales. Aunque es importante mantener el volumen bajo, la limitación del uso de dispositivos de audio personales a menos de una hora al día contribuye enormemente a reducir la exposición al sonido.

Vigilar los niveles seguros de exposición al ruido Los usuarios deberían documentarse correctamente acerca del nivel seguro de exposición al ruido de sus dispositivos de audio personales informándose sobre los productos y sus características de seguridad. La tecnología de los teléfonos inteligentes se puede utilizar para medir los niveles de exposición al ruido y conocer el consiguiente riesgo de pérdida de audición.

Algunas aplicaciones accesibles a través de los teléfonos indican la intensidad del ruido en decibelios y si la exposición es peligrosa. Estas aplicaciones son fáciles de descargar y pueden utilizarse para recabar información sobre los niveles de ruido en el entorno y el riesgo de pérdida auditiva.

Prestar atención a las señales de advertencia de pérdida de audición

Las personas que sospechen que padecen pérdida auditiva deberían acudir a un profesional especializado en salud auditiva en caso de acúfenos o dificultad para oír sonidos agudos, como el timbre de la puerta, el teléfono o el despertador; para entender el habla, sobre todo por teléfono; o para seguir conversaciones en ambientes ruidosos, como restaurantes u otros lugares donde se celebren reuniones sociales.

Hacerse revisiones auditivas periódicas

Ello puede ayudar a detectar la aparición de la pérdida de audición en una etapa inicial. A las poblaciones de alto riesgo, como los adolescentes y los jóvenes, se les debería informar al respecto y se les debería alentar a hacerse revisiones auditivas periódicas. A tal fin, convendría que los colegios, los lugares de trabajo y las comunidades brindasen oportunidades para hacerse revisiones auditivas.

¿Qué pueden hacer los padres?

Los padres tienen que desempeñar un papel activo educando a sus hijos para que adopten prácticas auditivas responsables y seguras y vigilando su exposición al ruido fuerte; también tienen que dar ejemplo a sus hijos adoptando ellos mismos hábitos auditivos responsables y seguros.

¿Qué pueden hacer los profesores?

Los niños y los adolescentes deben recibir información acerca de los posibles peligros de la exposición a ruidos fuertes por el uso inadecuado de dispositivos de audio personales, y se les tiene que alentar a desarrollar hábitos auditivos responsables y seguros. Esta información debería incluirse en los planes de estudio de la formación sanitaria y proporcionarse en las clases de música y baile.

Información extraída de fiapas

Día Internacional de las Personas Sordas

Ayer, 30 de septiembre, fue el Día Internacional de las Personas Sordas. En este día, los colectivos asociados nos centramos en visibilizar la realidad de las personas con pérdida auditiva, así como las necesidades que hoy se presentan.

Este año FIAPAS ha querido realizar un manifiesto bajo el lema «JUNTOS, PODEMOS HACER MUCHO».

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Conferencia Inaugural – Máster de Intervención e Innovación Educativa

 

El lunes 1 de octubre en horario de 16:00 a 18:00, Isabel Olleta participará en la Conferencia Inaugural del Máster de Intervención e Innovación Educativa de la Universidad de La Rioja. En tema de la conferencia será «Audición: influencia en el desarrollo del lenguaje y procesos de aprendizaje».

 

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El 40% de los españoles que sufre pérdida auditiva tarda una media de entre uno y cinco años en acudir al médico

La pérdida auditiva se ha convertido, en los últimos años, en una de las principales preocupaciones en el ámbito de la salud. Según datos de la OMS, en el mundo hay más de 400 millones de personas que sufren algún tipo de pérdida de audición, poniendo de relieve el aumento de casos en los que, de manera temprana, comienzan a sentirse los síntomas de una menor capacidad auditiva.

En este escenario se llevan a cabo también diversos estudios que pretenden arrojar luz acerca de las repercusiones que a largo plazo tiene una menor capacidad de escucha. Entre los más recientes destaca el publicado por The Lancet, que explica que el deterioro cognitivo es una de las principales causas de desarrollo de demencia en la tercera edad.

Sin embargo, pese a que los estudios son cada vez más concluyentes en cuanto a que la protección de la salud auditiva es, a la vez, protección para el resto del organismo y en especial del cerebro, lo cierto es que los ciudadanos aún olvidan cuidar sus oídos igual que hacen con otros sentidos, por ejemplo, con la vista. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un reciente análisis elaborado por Oticon, empresa especializada en audiología, que ha querido conocer un poco más sobre los hábitos de los españoles y su relación con el cuidado de los oídos.

Según datos de la compañía, el 69% de los españoles conoce a alguien con problemas auditivos, demostrando el dato avalado por la OMS de que se trata de un problema en expansión. Del total de personas con déficit auditivo, los encuestados aseguran que el 62% lleva audífono y afirman que este ha ayudado al 95% a mejorar su relación con el entorno.

Además, el 39% reconoce que estas personas llegaron a sufrir aislamiento antes del empleo de audífonos, y es que una de las principales consecuencias de la pérdida auditiva es que las personas que la padecen, debido al elevado esfuerzo que tienen que realizar para comprender el mensaje con propiedad, optan por evitar las reuniones sociales o los lugares con mucha afluencia.

Continuando con la información, cabe destacar que de estas personas que han optado por el uso de audífonos, el 67% se vio animado a hacerlo por alguien de su entorno, mientras que solo el 33% lo hizo por iniciativa propia. A pesar de que familiares y amigos suelen apoyar al paciente, lo cierto es que aún se tarda en acudir al especialista en busca de ayuda, ya que el 40% dejó pasar entre uno y cinco años hasta que decidió ponerle remedio a su pérdida de audición, y un 30% más de cinco años.

En este caso se observa una clara diferencia respecto, por ejemplo, al uso de gafas, ya que una persona con problemas de visión suele tardar en acudir al médico menos de la mitad del tiempo que se tarda cuando se experimentan problemas auditivos.

Hábitos perjudiciales para el oído

Oticon ha centrado su atención también en las rutinas que pueden afectar a la audición, por lo que ha consultado acerca del volumen empleado a la hora de escuchar música o ver la televisión. En este sentido, solo el 30% de las personas reconoce que emplea un volumen elevado, y el 87% de ellos afirma saber que se trata de una práctica perjudicial para su salud.

Continuando con el volumen, llama la atención que solo el 4% emplee tapones o protectores cuando acude a conciertos, festivales o eventos con ruido elevado, aunque sí está un poco más extendido el uso de tapones en la piscina o playa (6%). “Este dato es especialmente significativo, ya que una de las primeras recomendaciones que hacemos cuando se acude a eventos donde prevemos exceso de decibelios es precisamente el uso de protectores, ya que ayudan a amortiguar el efecto sobre el tímpano.

De hecho, cada vez se están detectando más casos de problemas auditivos en jóvenes debido a este tipo de actividades, que se pueden disfrutar igual con tapones o protectores”, explica José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon España.

Pese a esta falta de protección auditiva, el 51% asegura que nunca ha sufrido ningún problema en sus oídos, frente el 34% que reconoce haber padecido otitis, y el 11% que en alguna ocasión ha sentido pitidos.

“Este análisis arroja luz acerca de la situación actual de la sociedad, ya que, aunque aún no existe una gran concienciación en relación a los hábitos recomendados para garantizar una mejor salud auditiva, lo cierto es que el 86% de las personas que actualmente no padecen ningún problema auditivo irían al médico ante los primeros síntomas de pérdida de audición. Y lo que es mejor, el 90% usaría audífonos si tuviera un problema real”, concluye José Luis Blanco.

Fuente: Discapnet

La sordera súbita, la pérdida rápida e inexplicable de la audición

 

Tal y como afirma el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (NIDCD), la pérdida súbita de la audición neurosensorial, comúnmente conocida como sordera súbita, se produce como una pérdida rápida e inexplicable de la audición.

Esto, por lo general, ocurre en un solo oído y puede suceder de pronto o poco a poco durante varios días. Esta condición médica es una emergencia médica, por lo que cualquier persona que sufra una pérdida súbita de audición, debe acudir inmediatamente al médico. Es esencial la premura, pues la posibilidad de recuperación es mayor si la pérdida se trata a tiempo. 

Ocurre que a veces las personas que sufren sordera súbita, no consultan a los especialistas médicos con rapidez porque justifican la pérdida por alergias, sinusitis, cera que tapa el conducto auditivo, etc. Sin embargo, este retraso en el diagnóstico, ocasiona un retraso en el tratamiento, lo que puede hacer disminuir su eficacia, ocasionando que la pérdida sea irreversible.

9 de cada 10 personas con sordera súbita pierden audición en un solo oído. Esto se diagnostica con una prueba audiológica, la cual debe mostrar una pérdida de al menos 30 dB en tres frecuencias conectadas. Una pérdida de audición de 30 dB haría que una conversación normal se escuchara como si fuera un susurro.

¿Qué sienten las personas afectadas?

Hay muchas personas que lo notan al despertarse por las mañanas, otras al llamar por teléfono, otras tras un fuerte sonido explosivo, otras tras un mareo, etc. Como vemos, hay multitud de maneras de experimentar esta pérdida auditiva.

La mitad de las personas afectadas llegan a recuperar su audición, pero para ello es esencial acudir al médico cuanto antes. Es más, el 85 por ciento de los que reciben tratamiento de un otorrinolaringólogo recuperan parte de su audición.

Los expertos calculan que la sordera súbita afecta a una de cada 5,000 personas cada año, y por lo general, son adultos de 40 a 59 años. Es posible que el número real de casos nuevos de sordera súbita sea mucho mayor cada año, ya que muchos casos no se diagnostican. Muchas personas se recuperan rápidamente y nunca buscan ayuda médica.

¿Cuáles son las causas?

Las causas de la sordera súbita son muy difíciles de identificar, siendo solo posible en un 10-15% de los casos identificarlas. A veces, la aparición de la sordera súbita está vinculada con intensos episodios de sobrecarga emocional, de gran estrés. Sin embargo, las causas más comunes son:

  • las enfermedades infecciosas,
  • trauma, como una lesión en la cabeza,
  • las enfermedades autoinmunitarias, como el síndrome de Cogan,
  • los medicamentos ototóxicos (medicamentos que dañan las células sensoriales del oído interno),
  • problemas de circulación de la sangre,
  • un tumor en el nervio que conecta el oído al cerebro,
  • enfermedades y trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple y
  • los trastornos del oído interno, como la enfermedad de Ménière.

Esta condición debe seguir siendo estudiada para dar cada vez una respuesta más adecuada desde el ámbito médico. No obstante, recordemos lo esencial que es acudir a los profesionales médicos con la mayor premura.

GALERÍA DE IMÁGENES: Simposio “Implementación de Atención Temprana en los Servicios Sanitarios”

Participantes del simposio

 

Como ya os adelantamos, los días 21-23 de Junio tuvo lugar el IX Congreso Internacional de Psicología y Educación. Isabel Olleta participó en el Simposio “Implementación de la Atención Temprana en los Servicios Sanitarios”, coordinado por la Dra. Mª Luisa Poch. Se tratarán los siguientes temas:

–Unidades Neonatales Centradas en el Desarrollo. Yolanda Ruiz del Prado.

–El programa de seguimiento del desarrollo de los niños nacidos con factores de riesgo. Itziar Isidoro Garijo.

–La atención temprana de los niños con problemas sensoriales auditivos. Isabel Olleta Lazcano.

–Los cuidados paliativos formando parte de la atención temprana en circunstancias especiales. Alberto García Oguiza

Os dejamos algunas fotos de las diferentes jornadas del Congreso.

 

Dr. Martín Padilla Dr. Martín Padilla con Isabel Olleta

Isabel Olleta y Sara Irigoyen, logopeda del centro, con el Dr. Martín Padilla. El Dr. Martín Padilla habló en el Congreso de la Neuropatología  del Desarrollo del Cerebro no alterado  del niño y del alterado. 

 

Participantes del simposio

Ponentes del Simposio “Implementación de Atención Temprana en los Servicios Sanitarios”.

 

Simposio «Implementación de Atención Temprana en los Servicios Sanitarios»

 

Durante los días 21-23 de Junio, tendrá lugar el IX Congreso Internacional de Psicología y Educación. Isabel Olleta participará en el Simposio «Implementación de la Atención Temprana en los Servicios Sanitarios», coordinado por la Dra. Mª Luisa Poch. Se tratarán los siguientes temas:

Unidades Neonatales Centradas en el Desarrollo. Yolanda Ruiz del Prado.

El programa de seguimiento del desarrollo de los niños nacidos con factores de riesgo. Itziar Isidoro Garijo.

La atención temprana de los niños con problemas sensoriales auditivos. Isabel Olleta Lazcano.

Los cuidados paliativos formando parte de la atención temprana en circunstancias especiales. Alberto García Oguiza

El programa completo del Congreso puede verse en este enlace.

Congreso psicología y educación atención temprana

Pérdida auditiva en la infancia: ¿son la identificación y atención temprana suficientes?

 

Hace unos días, desde AurisScientia nos acercaba esta revisión reflexiva sobre si la identificación y la atención temprana son suficientes en la pérdida auditiva en la infancia,

Diversos estudios han encontrado que los niños con pérdida auditiva identificados y atendidos tempranamente muestran mejores resultados de lenguaje que aquellos que son identificados y atendidos tardíamente (e.g., Ching et al., 2010; Niparko, 2010; Quittner, Cejas, Wang, Niparko, & Barker, 2016; Vohr et al., 2008; Yoshinaga-Itano & Apuzzo, 1998; Yoshinaga-Itano, Baca, & Sedey, 2010).

Sin embargo, todavía hoy, en países donde el cribado neonatal auditivo lleva funcionando cerca de 20 años, los niños con pérdida auditiva muestran habilidades de lenguaje y académicas que están por debajo de sus compañeros oyentes (de Diego-Lázaro, Restrepo, Sedey, & Yoshinaga-Itano, 2018; Traxler, 2000; Vohr et al., 2008; Yoshinaga-Itano, Sedey, Wiggin, & Chung, 2017). Estas diferencias se han observado incluso en aquellos niños cuya pérdida auditiva ha sido identificada y tratada tempranamente.

La recomendaciones de detección y atención temprana de la pérdida auditiva establecidas por la Academia Estadounidense de Pediatría y adoptadas por la mayoría de países donde existe el cribado neonatal, recomiendan la detección de la pérdida auditiva antes del mes de edad, la identificación antes de los tres meses y la amplificación e inicio de la atención temprana a los seis meses de edad (American Academy of Pediatrics, 2007).

En Estados Unidos, cerca de la mitad de los niños detectados con pérdida auditiva no cumplen con estas recomendaciones (de Diego-Lázaro et al., 2018; Gallaudet Research Institute, 2013; Yoshinaga -Itano et al., 2017). En un estudio en el que se evaluaron los resultados del vocabulario de 448 niños con pérdida auditiva, Yoshinaga-Itano y colaboradores identificaron las siguientes variables como facilitadoras del desarrollo de vocabulario:

  • Haber seguido las recomendaciones de identificación temprana.
  • Menor edad cronológica.
  • No tener discapacidades adicionales.
  • Tener pérdida auditiva de leve a moderada.
  • Tener padres sordos o con problemas de audición.
  • Madres con niveles educativos altos.

¿Son los niños con pérdida auditiva capaces de alcanzar el nivel de vocabulario de sus compañeros oyentes? Estudios con niños con pérdida auditiva en edad escolar sugieren que existe una diferencia en lenguaje entre niños oyentes y niños con pérdida auditiva de en torno a dos años de edad (Pittman, Lewis, Hoover, & Stelmachowicz, 2005; Stelmachowicz, Pittman, Hoover, Lewis, & Moeller, 2004) y que los niños con pérdida auditiva experimentan dificultades para aprender nuevas palabras.

Por ejemplo, Stelmachowicz y colaboradores (2004) evaluaron el aprendizaje de palabras nuevas de 31 niños entre seis y nueve años de edad con y sin pérdida auditiva. Encontraron que los niños con pérdida auditiva aprendían menos palabras que los niños oyentes en situaciones similares. Tener un vocabulario amplio, recibir más exposiciones a las palabras nuevas y escucharlas a una mayor intensidad fueron factores que ayudaron a los niños con pérdida auditiva a aprender más palabras.

Es posible que los niños con pérdida auditiva tengan vocabularios más reducidos no solo por la falta de exposición a las palabras sino porque el propio mecanismo de aprendizaje este afectado por la pérdida auditiva. La deprivación auditiva en edades tempranas puede afectar el desarrollo auditivo cerebral, afectando no solo al lenguaje, pero también la capacidad de aprendizaje (e.g., Kral, Kronenberger, Pisoni, & O’Donoghue, 2016; Pisoni & Cleary, 2003).

En conclusión, aunque necesarias, la identificación y atención temprana parecen no ser suficientes para que los niños con pérdida auditiva alcancen los mismos niveles de lenguaje que sus compañeros oyentes. Los estudios futuros se centrarán en estudiar procesos de aprendizaje y en evaluar la calidad de las intervenciones que reciben los niños con pérdida auditiva y sus familias.

Referencias

American Academy of Pediatrics. (2007). Year 2007 position statement: principles and guidelines for early hearing detection and intervention programs. Pediatrics, 120(4), 898

Ching, T. Y. C., Crowe, K., Martin, V., Day, J., Mahler, N., Youn, S., … Orsini, J. (2010). Language development and everyday functioning of children with hearing loss assessed at 3 years of age. International Journal of Speech-Language Pathology12(2), 124–131. https://doi.org/10.3109/17549500903577022

de Diego-Lázaro, B., Restrepo, M. A., Sedey, L. A., & Yoshinaga-Itano, C. (2018). Predictors of Vocabulary Outcomes in Children Who Are Deaf or Hard of Hearing from Spanish-Speaking Families. Manuscript submitted for publication.

Gallaudet Research Institute. (2013). Regional and national summary report of data from the 2011-12 annual survey of deaf and hard of hearing children and youth. Retrieved from http://research.gallaudet.edu/Demographics/2012_National_Summary.pdf

Kral, A., Kronenberger, W. G., Pisoni, D. B., & O’Donoghue, G. M. (2016). Neurocognitive factors in sensory restoration of early deafness: a connectome model. The Lancet Neurology15(6), 610-621.

Niparko, J. K. (2010). Spoken Language Development in Children Following Cochlear Implantation. JAMA303(15), 1498. https://doi.org/10.1001/jama.2010.451

Pisoni, D. B., & Cleary, M. (2003). Measures of working memory span and verbal rehearsal speed in deaf children after cochlear implantation. Ear and Hearing24(1 Suppl), 106S.

Pittman, A. L., Lewis, D. E., Hoover, B. M., & Stelmachowicz, P. G. (2005). Rapid Word-Learning in Normal-Hearing and Hearing-Impaired Children: Effects of Age, Receptive Vocabulary, and High-Frequency Amplification: Ear and Hearing26(6), 619–629. https://doi.org/10.1097/01.aud.0000189921.34322.68

Quittner, A. L., Cejas, I., Wang, N.-Y., Niparko, J. K., & Barker, D. H. (2016). Symbolic Play and Novel Noun Learning in Deaf and Hearing Children: Longitudinal Effects of Access to Sound on Early Precursors of Language. PLOS ONE11(5), e0155964. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0155964

Stelmachowicz, P. G., Pittman, A. L., Hoover, B. M., Lewis, D. E., & Moeller, M. P. (2004). The Importance of High-Frequency Audibility in the Speech and Language Development of Children With Hearing Loss. Archives of Otolaryngology–Head & Neck Surgery130(5), 556. https://doi.org/10.1001/archotol.130.5.556

Traxler, C. B. (2000). The Stanford Achievement Test, 9th Edition: National Norming and Performance Standards for Deaf and Hard-of-Hearing Students. Journal of Deaf Studies and Deaf Education5(4), 337–348. https://doi.org/10.1093/deafed/5.4.337

Vohr, B., Jodoin-Krauzyk, J., Tucker, R., Johnson, M. J., Topol, D., & Ahlgren, M. (2008). Early Language Outcomes of Early-Identified Infants with Permanent Hearing Loss at 12 to 16 Months of Age. PEDIATRICS122(3), 535–544. https://doi.org/10.1542/peds.2007-2028

Yoshinaga-Itano, C., & Apuzzo, M. L. (1998). Identification of Hearing Loss After Age 18 Months Is Not Early Enough. American Annals of the Deaf143(5), 380–387. https://doi.org/10.1353/aad.2012.0151

Yoshinaga-Itano, C., Baca, R. L., & Sedey, A. L. (2010). Describing the Trajectory of Language Development in the Presence of Severe-to-Profound Hearing Loss: A Closer Look at Children With Cochlear Implants Versus Hearing Aids. Otology & Neurotology31(8), 1268–1274. https://doi.org/10.1097/MAO.0b013e3181f1ce07

Yoshinaga-Itano, C., Sedey, A. L., Wiggin, M., & Chung, W. (2017). Early Hearing Detection and Vocabulary of Children With Hearing Loss. Pediatrics140(2), e20162964. https://doi.org/10.1542/peds.2016-2964