El 12 de noviembre, Dušan Gligorijević, que se llama Cerberusclh en Reddit, lanzó esta pregunta en inglés en el foro AskReddit: «Usuarios de Reddit que fuisteis sordos y ya no, ¿qué imaginabais que tendría un sonido, pero luego no lo tenía?».
Hay más de 5.100 comentarios en cinco días desde su publicación. «No me esperaba tantas respuestas», dice a Verne por mensaje privado el autor de la pregunta. Muchas son de personas que tuvieron problemas de audición cuando eran pequeños y que fueron corregidos con el paso de los años.
Y más que contestar a la pregunta de Gligorijević, cuentan qué sonidos les sorprendieron, entre otras muchas anécdotas. También hay respuestas de amigos o familiares de personas que fueron sordas o no oían correctamente. Estos son algunos de los mejores comentarios.
Bookluvr83: Tenía un amigo al que le sorprendió que las personas tuviésemos voces diferentes.
7epizza: Una amiga sorda me preguntó si el helado hace algún sonido cuando se derrite.
Dontfeedtheseagull: Tengo problemas de audición. Cuando empecé a usar audífonos me di cuenta de que no sabía el ruido constante que hacen los frigoríficos y los aires acondicionados.
Nickrobl: Cuando era pequeño, siempre me tenía que quitar mis audífonos cuando me metía en el agua. Un día estaba sentado en una piscina, pero sin bañarme. No me podía creer lo clara y fresca que sonaba el agua. Desde entonces, piscinas y lagos siguen siendo un sonido único para mí. Incluso en una bañera. Me encanta oír el agua.
HippoKingOfOld: Una compañera de trabajo no sabía que los tubos fluorescentes hacen ese zumbido. Lo odia.
Lesserantilles: Después de empezar a usar mi primer audífono me quedaba en la cama y hacía que las sábanas se arrugasen. Probablemente durante demasiado tiempo.
DeafLady: Antes de que me pusieran un implante no sabía lo ruidoso que usar el lavabo puede ser. Lo apagaba cada vez que entraba en el baño, especialmente en uno público. También me di cuenta de lo importante que es el sonido en las películas de terror. Me gustaban antes, pero entendí que solo había experimentado la mitad de la experiencia.
Stopstaringatmeswan4: Tuve mis primeros audífonos con 12 años. Sinceramente, cualquier sonido me sorprendía. No estaba preparado para lo ruidoso que es el mundo. Cuando el otorrino me dio los audífonos, dejó un bolígrafo en su escritorio. Sonaba como si hubiera dado un golpe a a la mesa. Me levanté y, al andar, pensé que se habían roto mis pantalones por el ruido que hacían. Era solo el viento contra ellos.
Steffchen: Odios los clics. Cada ratón de ordenador, teclado, bolígrafo… ¡Arrrgh! Solo me pongo los audífonos en reuniones, cuando es importante entender a otras personas. Si no, disfruto del dulce silencio.
Scrublette: Me pusieron los audífonos con 15 años. Recuerdo ir a mi habitación con ellos y oír un grillo por primera vez. Por alguna razón, el sonido me enloqueció tanto que lo grabé y se lo puse a mi padre. Me sacaba de mis casillas que el sonido no parase. El sonido del pelo al ser cepillado también es horrible.
StatickPulse: Alguien que conozco se sorprendía por el sonido de la gravilla al andar. Y también le sorprendía que la lluvia hiciese ruido y la nieve no.
Kmw7: Grité la primera vez que oí una cisterna.
Plantpet: A una de mis profesoras le sorprendía que las olas del océano sonasen diferente en función del temporal. Y que el viento sonase. También pensaba que el sol hacía un ruido diferente cuando daba contra la acera o contra el césped, para terminar sorprendida por el hecho de que no hace ningún sonido.
Jaytag657: Mi mejor amigo era sordo. Cuando empezó a usar audífonos me dijo que no sabía que el papel hacía ruido al moverlo.
JellybeansInTX: He sido sordo desde que nací. Al principio usaba audífonos y a los 40 años me pusieron un implante coclear. El sonido al que nunca me he podido acostumbrar es el «tic-tac» de los relojes.
Amnjm1011: Hasta que no empezó a usar audífonos, mi hija no sabía que las chanclas hacen ruido al andar.
SeaBeeDecodesLife: Mi hermana ha sido sorda toda su vida. Ella creía que los tiburones hacían algún sonido. Recuerdo que, cuando éramos niños, un día en la playa no paraba de decirle a mi madre «¿oyes eso? ¡es un tiburón!».
Artículo publicado en verne.elpais